9 mar 2024

El Amor no se puede recetar. Pero se puede aconsejar


Como aquí hablamos de Salud no podemos dejar de nombrar al Amor como una excelente medicina y bastante barata además. No siempre es sencilla de lograr, es como una pequeña dosis vital muy positiva que nos ayuda a curarnos, y está muy bien repartida pues no depende de nuestras posibilidades económicas ni de nuestra formación o procedencia.

Pero el Amor hay que trabajarlo. No tanto para lograrlo como para mantenerlo. Nos falta formación en Amor. Mucha más que en Sexo, que se puede mal aprender en muchos sitios. El Amor solo tiene un camino: comprender y repartir. Compartir y trabajar en una mima dirección, aunque sea con puntos de vista muy diferentes.

No son buenos tiempos para el Amor, seamos sinceros. Sobre todo porque no existe un solo tipo de Amor, porque el Amor cambia con la edad, con los años, con el uso. Y no parecemos muy dispuestos a entender eso, a aceptar que el éxito del Amor radica también en saber torear los malos momentos. 

Hemos confundido el Amor con el uso del Amor. No queremos entender que el Amor se transforma y cambia con el uso. Queremos estar explorando constantemente nuevos amores, dejando atrás los anteriores, creyendo siempre que lo nuevo es mejor.

Es como sin saber bien qué es el Amor y lo maravilloso que es tenerlo, nos obcecáramos en conocer decenas de tipos de Amor, sin querer conformarnos nunca con nada. 

Los médicos no recetan Amor aunque a veces lo intentan con sus palabras de aliento. No lo paga la Seguridad social y sería una buena medicina que ahorraría gastos, seguro. 

Nunca se sabe, también es verdad, igual con la Inteligencia Artificial, en unos años en vez de Orfidal nos pueden recetar Amor Artificial. Será tan artificial como el Orfidal.

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