En un artículo del diario El País durante las últimas semanas del verano de 2022, se destacaba un tema que ha sido claramente descuidado por la sociedad española: la falta de actividad física y sus consecuencias negativas para la salud. A continuación, compartimos fragmentos relevantes de este artículo.
Si el ejercicio físico pudiera ser encapsulado en una simple pastilla, sería una receta habitual en la consulta de cualquier médico de Atención Primaria. Sin embargo, en la actualidad, los médicos se ven limitados para prescribir ejercicio y detallarlo, debido a las restricciones de tiempo en la atención médica.
Aunque reconocemos los beneficios de recetar ejercicio, también comprendemos que cambiar hábitos y procedimientos en la Sanidad Pública es crucial para hacerlo posible.
La Enfermería podría desempeñar un papel fundamental en mejorar la salud, brindando información y formación a la sociedad para fomentar la responsabilidad individual sobre la salud.
Ahora, exploremos algunos de los problemas de salud que el deporte o el ejercicio físico pueden abordar:
≠ Reducción del riesgo de mortalidad por diversas causas.
≠ Prevención de enfermedades como la cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, hipertensión arterial, cáncer de colon y mama, diabetes tipo 2, entre otras.
≠ Minimización de efectos secundarios, siempre y cuando se respeten las dosis recomendadas.
En un interesante desarrollo, el sistema de salud británico (NHS) planea llevar a cabo un estudio este año para evaluar los beneficios de recetar ejercicio físico a la población.
Este enfoque, conocido como "prescripción social", busca reducir la carga del sistema de salud mediante la promoción de actividades físicas en lugar de depender exclusivamente de medicamentos.
Aunque la idea suena prometedora en teoría, el artículo destaca que el ejercicio físico no es simplemente una pastilla; la recomendación del médico no garantiza que el paciente la "tome".
Los beneficios de la actividad física están bien establecidos, pero la discusión se centra en la cantidad, tipo y idoneidad para cada persona.
Por ejemplo, España se encuentra entre los países europeos con mayor porcentaje de personas sedentarias, según una encuesta de Ipsos en 2021. La urgencia de aumentar el tiempo dedicado al ejercicio es evidente, pero se cuestiona si la prescripción en la consulta médica es la estrategia más eficaz.
Comparativamente, el desafío de cambiar hábitos se asemeja al del tabaco, cuya eliminación podría tener un impacto significativo en la salud pública. Sin embargo, como señala Thierry Philip, presidente de la Organización de Institutos Europeos del Cáncer, simplemente recomendar dejar de fumar no garantiza que las personas lo hagan.
Fernando Rodríguez Artalejo, catedrático de Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, destaca la complejidad de cambiar estilos de vida. Aunque se ha explorado la "prescripción social", que abarca desde el deporte hasta actividades para ancianos, los estudios existentes son escasos y de baja calidad, sugiriendo eficacia modesta en variables como satisfacción y calidad de vida, pero menos evidencia en la reducción de enfermedades crónicas.
El desafío reside en abordar diversas palancas para cambiar estilos de vida, y aunque la infraestructura es necesaria, no es suficiente para garantizar resultados positivos.